Joe Cocker: el arte de cantar con las tripas

Mi primer recuerdo de Joe Cocker es de la televisión. El periodista y melómano Àngel Casas lo tenía como invitado fetiche y aparecía de forma recurrente en sus existosos programas para el circuito catalán de TVE y TV3. Aquella voz tan profunda y desgarrada, aquella forma de interpretar tan suya, convulsa, casi espasmódica y con los puños cerrados me sorprendieron y atraparon desde entonces. Por cierto, se denomina Síndrome de Joe Cocker al trastorno neurológico consistente en el movimiento involuntario de brazos y manos al estilo del malogrado cantante.

John Robert Cocker pertenecía a esa estirpe de músicos superdotados que empezaron muy pronto y sobrevivieron a todas las tormentas personales y profesionales. Empezó haciendo versiones de Chuck Berry y Ray Charles hasta que la clavó con su legendaria interpretación de With a little help from my friends, que asombró a los propios Beatles e hizo historia en con su electrizante interpretación en el Festival de Woodstock. 40 discos y 51 años de carrera, que se dice pronto, es un privilegio y un legado sólo al alcance del nucleo duro de los escogidos. Y además era un gran tipo.

Los años 80 lo consagraron mundialmente como gran baladista de bandas sonoras. Ganó el Grammy y el Oscar con Up where belong, con Jennifer Warnes, tema central de Oficial y caballero (1982). Y qué decir de You can leave your hat on, himno oficioso del striptease elegante para mayor gloria de Kim Basinger.

Desde entonces exhibió su talento y su poderío, ya más contenido formalmente, por todo el planeta ante un público adicto y asombrado que lo adoraba. Siempre modesto y humilde, nunca olvidó que fue un niño de suburbio, un rebelde que fue expulsado del instituto y se graduó con honores en la escuela de la vida y del arte. Joe Cocker fue cronista sentimental de varias generaciones, un ciclón sonoro, algo así como la versión masculina de Janis Joplin, el Camarón de la Isla del rhythm&blues. You were so beautiful…

  With a little help from my friends

I put a spell on you

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